La palabra hamaca proviene del haitiano y significa árbol. Los conquistadores le dieron ese nombre al haberlas encontrado en las Antillas y en ese entonces eran fabricadas con la corteza de los árboles. Con el paso del tiempo se han ido empleando diversas fibras para su construcción. La hamaca es una red formada de gruesos hilos y anchos que penden entre dos troncos de árboles.

Yucatán es conocido por ser un Estado bastante caluroso y todo aquel que se instala en este hermoso lugar por ley instala consigo una hamaca para soportar el inmenso calor sobre todo en época veraniega.

En la antigüedad cuando comenzó a popularizarse el uso de la hamaca, también se fue mejorando la forma de construirlas, en tierras yucatecas fue donde se perfeccionó el tejido de la hamaca con diversas fibras, nuevos tejidos como el henequén, que es una planta de hojas largas, carnosas, triangulares que por la fibra resistente que se obtiene de dicha planta se ha convertido en el material preferido por excelencia para la fabricación de estos increíbles espacios de descanso.

Para la fabricación de una hamaca se pone entre dos bastidores que constan de dos largos palos cilíndricos de madera, puestos de forma perpendicular y la distancia entre ellos depende del tamaño del que se quiera dar a la hamaca. Los palos se encajan en bases de madera fuerte que se unen entre sí por dos largueros horizontales, se aseguran con cuñas y acercándolos o alejándolos se establece el tamaño de la hamaca.

Te encuentras en Yucatán, uno de los Estados más calurosos de la República Mexica. Has seguido nuestro consejo y adquiriste tu hamaca de henequén, ahora es momento de que te dejes consentir con el suave tejido de esa red fina que ergonómicamente se adaptará a tu cuerpo.

Las hamacas que son de origen maya además de ser cómodas son una gran artesanía y el lugar idóneo para leer, dormir, descansar o simplemente pasar el rato y relajarte. Al no tener soportes transversales la trama del tejido se adapta fácilmente al cuerpo sujetándolo firmemente brindándonos soporte y seguridad.

Es importante que tomes en cuenta que las hamacas nunca deben lavarse en lavadora, siempre a mano (aunque te quiera ganar la flojera) se debe usar jabón suave y agua fría, por ningún motivo uses lejía.

Hay quienes recomiendan que en la primera lava se eche un puñado de sal en grano o un chorro de vinagre blanco con la finalidad de fijar los colores distintivos de la misma. Si quieres evitar que se enrede en el proceso de lavado hay que juntar los dos extremos con una cuerda o mosquetón.

Hay un tipo de hamacas que si pueden lavarse en una lavadora y estás son las que son de tela, aunque también deben de lavarse con agua fría y jabón suave. Al momento de adquirir tu hamaca debes cerciorarte si es artesanal o de tela para saber qué pasos vas a seguir para su cuidado.

Ahora ya sabes que debes preparar tu hamaca si deseas emprender un viaje a Yucatán.

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