¡Ay, corazones! Aquí Millie, más emocionada que cuando encuentro una casa en venta en Mérida, Yucatán con vista al aeropuerto. ¿Listos para un tour express por nuestro aeropuerto internacional? ¡Agárrense que nos vamos de viaje!

Miren, mis amores, que el otro día me tocó ir a recoger a unos clientes al aeropuerto (ya saben, esos que vienen buscando su pedacito de paraíso yucateco), y se me ocurrió: «Millie, ¿por qué no les cuentas a todos sobre esta joyita que tenemos como puerta de entrada a nuestra ciudad?»

Primero que nada, ¡qué recibimiento! Apenas pones un pie fuera del avión y ya te están dando la bienvenida unos flamingos de lo más monos. Es como si Mérida te dijera: «¡Bienvenido a casa, mi rey!»

Ahora, hablemos de lo práctico. ¿Sabes qué es lo mejor para llegar al centro? El Va y Ven, corazón. Por solo 49 pesitos te deja cerquita de donde quieras. Es como tener un amigo meridano que te da aventón, pero sin tener que invitarle los tacos después.

Y si vienes con más maletas que yo cuando voy de shopping, no te preocupes. Hay taxis que por unos 250-290 pesos te llevan hasta el mero centro. O si son muchos, como cuando viene toda la familia buscando casa en Mérida, Yucatán, pueden rentar una van por unos 460 pesos.

Pero ojo, mis amores, que el aeropuerto no es solo para irse. ¡También es para comprar! Tienen unas tienditas que… ¡uff! Si se te olvidó el regalo para la tía, aquí lo resuelves. Desde llaveros hasta pollo pibil para llevar. ¡Imagínense! Puedes llegar a tu casa con el recuerdito y la cena lista.

Y para los golosos como yo (que entre nosotros, ¿quién no lo es?), tienen un Mason Kayser que te vende unos croissants que te hacen dudar si estás en Mérida o en París. Aunque, entre nos, prefiero mil veces una marquesita yucateca.

Ah, y no se me olvide contarles del Tere Cazola. Unas bolitas de queso que… ¡madre mía! Son más adictivas que buscar casas en el centro de Mérida. Las probé y casi me traigo una maleta llena.

Lo mejor de todo es que el aeropuerto está a solo 20 minutitos del centro. Es decir, en lo que te comes una de esas bolitas de queso, ya estás en tu hotel o, si tienes suerte, en tu nueva casa (guiño, guiño).

En fin, mis amores, este aeropuerto es como Mérida: chiquito pero picoso. Tiene de todo un poco y te recibe con los brazos abiertos. Así que ya saben, la próxima vez que anden por aquí, dense una vueltecita aunque no vayan a viajar. Quién quita y se encuentran con Millie comprando marquesitas para sus clientes.

Y recuerden, si después de visitar nuestro aeropuerto se enamoran de Mérida (que les aseguro que sí), ya saben a quién llamar para encontrar su casa en venta en Mérida, Yucatán. Porque como decimos por acá: «No solo vendemos casas, también vendemos la experiencia completa de vivir en el paraíso… ¡con aeropuerto incluido!»

Los quiero, familia. ¡Nos vemos en la próxima aventura meridana!

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